Un siglo de dulzura en Pastelería Belenguer

Pastelería Belenguer

“Continuamos con la tradición familiar para seguir creciendo en el mercado e innovando en nuevos productos, pero siempre manteniendo la alta calidad que nos caracteriza. Participamos en ferias y eventos para darnos a conocer y captar nuevos clientes."

Inma nos relata como siguió con el negocio fundado por su abuelo en su pueblo natal. Se destaca la fidelidad a la producción artesanal que han mantenido durante más de 100 años, evitando la mecanización del proceso. En sus recetas se reflejan los valores tradicionales que permiten conservar la autenticidad y esencia de sus productos, mientras siguen innovando en nuevas propuestas. ¡Conoce más sobre Pastelería Belenguer a través de esta entrevista!

¿Cómo inició Pastelería Belenguer su trayectoria? ¿Cómo surgieron los orígenes?

Nace en 1918 en Alcorisa, como una empresa familiar y de elaboración artesanal. Mi abuelo Sebastián Belenguer Sanz fue un gran emprendedor, adelantado a su tiempo. Fue uno de los principales motores de innovación del dulce en Zaragoza, consiguiendo trasladar su pasión a la época.

Posteriormente, se hizo cargo del negocio mi padre junto a mi abuela, y más tarde se unió mi madre. Hoy en día, soy yo junto a mi familia los que seguimos manteniéndolo con la mejor dedicación posible, en honor a mis abuelos y a mis padres, quienes nos dejaron un listón muy alto.

Siendo una empresa familiar, ¿Cuánta gente trabaja actualmente en la Pastelería Belenguer? 

Actualmente, formamos un equipo de 5 personas entre gerencia, administración y oficiales de obrador. Sin embargo, durante la campaña de Navidad, que para nosotros empieza en agosto y dura hasta mediados de enero, incrementamos plantilla hasta en dos personas más.

Después de más de 100 años de tradición, ¿Cuál diríais que es la clave del éxito de Pastelería Belenguer?

La “pasión” por nuestro trabajo, el sacrificio, la constancia y hacer frente a las adversidades. Estos valores los aprendí de mis padres y lo mantenemos hoy en día en su honor.

Hemos luchado por mantener nuestra tradición artesanal, pese a que el mercado de los productos industriales se va comiendo poco a poco a los obradores artesanos. Manteniendo nuestra tradición desde hace más de 100 años.

Trabajando durante décadas de manera artesanal y manualmente. En el siglo XXI, ¿Cuáles son las principales claves de vuestros procesos de producción?

Nuestro objetivo es proporcionar un excelente servicio a nuestros clientes, de manera responsable y comprometida, ofreciendo siempre la mayor calidad posible en nuestros productos.

Para ello solo trabajamos con las mejores materias primas y conservamos los valores tradicionales en cada una de nuestras recetas que nos permiten mantener los sabores y olores de antaño a través de procesos tradicionales evitando la total mecanización del proceso, todo esto sin dejar de innovar e invertir en nuevas propuestas.

¿Qué tipo de comercialización tenéis actualmente? ¿En qué mercados habéis puesto vuestro objetivo más inmediato?

Estamos trabajando con una red de distribuidores tanto a nivel nacional e internacional que nos ayudan a afianzar nuestro producto en el mercado. Sobre todo, en la captación de clientes con establecimientos gourmet a través de exposición en ferias internacionales y participaciones en eventos.

Estos últimos años hemos trabajado para dar a conocer la marca e ir posicionando nuestros productos en el mercado, para ello hemos apostado por una ampliación de nuestras instalaciones la cual nos permite aumentar la gama de productos sin gluten.

En vuestra opinión, ¿A qué retos tenéis que enfrentaros como pyme alimentaria?

La competencia con las grandes marcas industriales es considerable, y aunque el consumidor valore mucho que los productos sean artesanos, ecológicos o la cercanía de la empresa, la capacidad de gestión que disponemos para competir con las marcas comerciales es complicada.

Nos gustaría tener más apoyo por parte de las instituciones y que fueran más conscientes de la importancia de las pequeñas y medianas empresas en la comunidad de Aragón.

¿Qué significó para vosotros conseguir el sello de Artesanía Alimentaria de Aragón?

Desde 2014 formamos parte de la Asociación de Artesanos de Aragón, el sello conseguido es un reconocimiento a nuestro trabajo y una certificación importante a la hora de exponer nuestros productos. La asociación también nos ha aportado gran ayuda y asesoramiento sobre subvenciones al comercio, información de ferias y eventos, reuniones y participación en varios proyectos a nivel autonómico como Aragón Alimentos Nobles y distintas campañas durante el año.

¿Cuáles son las principales dificultades que tenéis que afrontar las empresas del Medio Rural?

Después del cierre de una de las mayores empresas de la zona, como es Endesa, estamos situados en una zona un poco más desfavorecida y con baja proyección de futuro. Esto implica que empresas pequeñas como la nuestra necesita hacer mayor esfuerzo e inversión para poder apostar y seguir creciendo, buscando nuevos mercados donde poder ampliar la venta de nuestros productos.